La vida suele ser cruel con algunas historias, pero sobre todo con las historias de amor. Esta vez había juntado a dos grandes amigos, uno que vivía el día a día como si fuera el último, con ganas de vivir y seguir conociendo a quien tenía al lado. Pero por otro lado, estaba una persona que no esperaba nada de nadie, porque si estuvo sola toda su vida ¿Quién estaría con ella ahora? ¿Quién secará tus ojos cuando éstos lloren? Era la pregunta.