Reki era un joven maltratado y humillado por su padrastro y hermanastros. Cada día le tocaba hacer todos los quehaceres de la casa mientras lo despreciaban de constante. Sin embargo, Reki siempre se mantuvo bondadoso y positivo, pues sabía que algún día las cosas iban a mejorar para él. Porque si los deseas lo suficiente, los sueños se pueden cumplir.