El poder reconocer algo tan vital y perjudicial como que la paciencia se puede relacionar con la sinceridad, da inicio a una historia alocada y desenfrenada, basada en las calles de una Venezuela inmersa en ignorancia y egoísmo, abierta a tantos errores y falta de amor propio. El joven estudiante Ignacio se encuentra en medio de una batalla sin fin entre los sentimientos y la razón, la locura y la sensatez, el amor y el odio, la vida y la muerte, tal cual como el resto de nosotros. Odas de alcohol y soledad consiguen la calma en medio de la música y el sexo. Nada importa ahora. Sólo debía mantener el motor en marcha y tratar de no fundirlo. Esta vida condenada lo estaba matando. ¿Podrá ofrecer algo distinto la próxima?