Al amanecer, la calma llega a los cazadores sobrevivientes y en paz descansan las almas que mueren; el llanto de los demonios en sus últimos momentos desaparece y junto a ellos el cuerpo ficticio que se le había otorgado se hace mil pedazos. Pero hay veces que el amanecer no trae la calma que uno requiere y se lleva más de lo que uno desea. Kyoujuro Rengoku fue llevado al otro lado, aquel que no es ni cielo ni infierno sino que el mismísimo "limbo". Su mente había muerto por completo tras la lucha contra Akaza y lo único vivo (o medio vivo) era su cuerpo, capaz de regenerarse como aquellos detestables demonios. El amanecer ya no era su mayor anhelo sino que se había vuelto su miedo. Y ya, el hombre positivo que luchaba por defender las vidas humanas, no existía. El Kyoujuro que tanto Mitsuri como Sanemi admiraban había desaparecido tras una fina capa de neblina y mentiras; ¿acaso eso tenía solución o debían renunciar a él? ♡ Portada y separador hechos por @GraphsRaessito.