Hollywood no se reduce únicamente a la fama y el poder; también está impregnado de envidia y avaricia. La vida en este entorno no garantiza felicidad ni seguridad; en cambio, puede llevar a la infelicidad y a un constante estado de vulnerabilidad.
Kailani Habach ha tenido la fortuna, pero también la desdicha, de experimentar ambas facetas de esta realidad. Esta metáfora ilustra que, a pesar de su fama y poder, es víctima de la envidia y la codicia de quienes la rodean. Aunque su vida es cómoda y lujosa, debe estar siempre alerta y cuidar su integridad.
Así es la naturaleza de la fama, ¿verdad? En contraste, un famoso beisbolista y futuro heredero de un imperio, Bastian Cariecelli, parece no tener problemas con el poder y el reconocimiento que le confiere su apellido. Disfruta de una vida plena y libre de dramas, sin saber que su tranquilidad se verá perturbada al fijar su atención en una mujer que trae consigo un torbellino de complicaciones.
El destino de Kailani y Bastian está a punto de entrelazarse, y sobre ellos se avecina una tormenta de graves adversidades.
Pero antes de continuar... ¿Quiénes son realmente Kailani y Bastian? Pronto descubrirás que comparten mucho más de lo que parece.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".