"El café debe ser negro como el diablo, caliente como el infierno, puro como un ángel, dulce como el amor" (Talleyrand). Bianca está cautivada por el desconocido que todos los días va a la cafetería a tomar café, negro, pero no es hasta que su rutina se rompe que todo comienza a cambiar, ¿para bien o para mal? Eso aun está por definirse.