Román y Svetlana han sido mejores amigos desde el jardín de niños, sus amigos creen que parecen más hermanos que amigos, sin embargo, para los amigos de éste, Svetlana es una molestia.
A pesar de las cosas que se murmuran a su espaldas, la realidad es otra, el par se lleva demasiado bien, han estado juntos en fiestas, en borracheras, e incluso han estado juntos para darse ánimo uno al otro cuando les han roto el corazón. Pero las cosas cambiarán drásticamente para nuestros dos personajes, cuando se den cuenta que una botella de vino trae consigo demasiadas responsabilidades.
Román no está listo para abrir su corazón y Svetlana no está lista para dar el siguiente paso, después de todo, la culpa no es de ellos... La culpa la tuvo el vino.
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