Para Mara el amor siempre fue sólo romance, todo lo lindo que uno se puede imaginar en una relación, pero era demasiado ingenua en todo esto, nunca tuvo novios y estaba enamoradísima de un chico que sólo la veía como una amiga.
Pronto ingresaría a su primer año de universidad y eso la tenía muy nerviosa, pues claro, entraría al mundo de los universitarios y haría nuevos amigos. Ella creía tener todo eso controlado, pero estaba demasiado equivocada, nunca se esperó la llegada de alguien a su vida, ese alguien le haría sentir cosas que jamás pensó que iba a sentir, y muchos menos que ese alguien, fuera una chica.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.