India sabe de la existencia de Gabriel.
Gabriel sabe de la existencia de India.
Solo han cruzado uno que otro saludo, lo cual no le alegra mucho a India, porque, citando sus palabras "Gabriel Lincer, es un suculento postre de caramelo que no ha tenido la dicha de probar".
Un día, por azares del destino (Así llamaremos a la ancestral borrachera en la que India se encontraba) India decide que es prudente enviarles a todos sus contactos una larga, detallada y muy vergonzosa lista de todos sus deseos de principio de año. El problema no es que toda su facultad se enterase de que tiene muchas ganas de ir a bucear por primera vez o que desearía conocer a algún integrante de One Direccion; el problema es que uno de sus tantos deseos, es que quiere cumplir todas sus fantasías con nadie más que con Gabriel Lincer.
Si, ese con el que solo ha tenido tres conversaciones de no más de cinco palabras, pero que le ha hecho tener incontables sueños juntos.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.