Un nieto interesado, un abuelo lleno de experiencias y una lluvia de recuerdos.
Una breve historia que abarca hechos políticos argentinos desde Década Infame hasta la presidencia de Menem.
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- Jack Frost ya no existe- le dije dándome la vuelta. No iba a volver jamás, no podría volver con personas que no pudieron creer en mi palabra.
- No- replico- El sigue ahí, tu solo lo estas escondiendo.
-¡¿Y si así fuera que?!- grite volviendo a ella- A ti que mas te da, el idiota que conociste ya no esta.
- El que conocí no era un idiota- dio pasos hacia delante- Era el chico más increíble que había conocido en toda mi existencia. El chico del que me enamore.
Puso su mano en mi hombro, desvié la mirada cerrando los ojos con fuerza.
- No- la mire a los ojos- Lo que le pase a los mocosos ya no me incumbe. Es su problema. Tu problema.
Quite bruscamente su mano de mi hombro, me monte a mi moto cuando la encendí el motor resonó entré el edifico abandonado la ira, el dolor, la tristeza me invadía de nuevo. Sentía su mirada puesta en mi, pude ver como las lágrimas amenazaban por salir de sus ojos verdes; no iba aguantar mas, arranque con el aire chocando contra mi rostro entre los arboles secos que adornaban la carretera vacía tan vacía como yo.