Febrero del 2017 -¿Estás bién?- preguntó mamá. -Te mandé por jugos y te quedaste mirando a ese chico como si fuera la única persona en todo el crucero. Y ahí estaba yo, mirándolo como si fuera la única y más hermosa persona en todo el f*cking crucero. Lo cierto es que no estaba bien, había sido de esos momento que solo crees que existe en las películas, algo así como una especie de flechazo. -Estoy bien mamá, ya te llevo tu jugo.- me dirigí hacia la barra pero sin dejar de mirarlo de reojo. ¿Quién era? ¿de dónde era?... Mi cabeza se vio inundada de preguntas sin respuestas, pero que necesitaba descubrir.