Que pasa si, día a día, te preguntas, por qué el mundo es como una ola, inmensa, que incondicionalmente se aproxima a ti. Miras a tus lados, aterrada, desconcertada, ves gente, mucha gente, reír, chapotear, hablar, sonreír, y tú intentas despreocuparte, ya que apenas te separan unos metros de ellos. Pero mientras la ola va cogiendo fuerza, y más fuerza conforme avanza, ves como realmente la distancia que os separa es kilométrica, ya que, ellos, tienen tabla de surf, y tú no.