Ahora que me voy a morir pienso en lo que dejare en mi herencia, y no hablo de un gato, o de una casa de esas que guardan recuerdos bellos, mi legado es tan oscuro como el cuero del sillón en el que estoy sentado, es que cuando dejas de deudas en un mundo de hombres con ambición, estas regresaran no por ti, sino por los tuyos.