Melinoe, jefa de la tropa Valkirial, guerrera mestiza, aliada de la Guardia elemental, de los seres naturales base: las hadas. Criada por el jefe de la guardia elemental general, Sir Gwyneth, y se convirtió en el terror de muchos. Líder su generación, dirige la tropa que reclama las almas en los confines de todo terreno con presencia elemental, y lucha contra fuerzas oscuras junto al primer batallón de Valkirias. Sus ojos aguamarina van tristes en su estado común, pero a miel y rojo en su estado glamuroso, representan cómo se hace vigente el hechizo que divide su ser entre ésta dimensión terrenal, donde aún reside algo de magia, y los campos de Nullum a donde manda a los seres malvados que caza. Su cabello de fuego ondea ante el viento salado de la guerra, su piel clama el salpicar de la sangre de sus enemigos. Antes: fiel partidaria de la idea de ver a los humanos perecer y desaparecer... Hoy: ¿novia de una?
Macaulay, joven elegida de la energía universal, es la Oracle del siglo y sólo quería una vida digna y simple en el mundo humano, pero la fortuna no le sonríe una vez que un demonio se hace presente en el mundo humano, casi asesinándola. Simpatiza con una líder Vampírica, hace amistad con jóvenes Nefilim y, como cereza del pastel, recibe la bendición de la reina hada. El Glamour ya no le hace efecto, está maldita para el bien del equilibrio elemental y deberá aprender los secretos de un mundo subrealista que desconocía y, por si fuera poco, luchar por mantenerse firme ante sentimientos abrumadores causados por fervientes relaciones que forma en/con el mundo no humano.
En su vida anterior, Lu Yao solo vivió hasta los treinta y cinco años, no pudo salir debido a la presión familiar y murió solo.
Cuando vuelve a abrir los ojos, se encuentra transportado a tiempos antiguos, no sólo diez años más joven sino también con un marido de hombros anchos, cintura estrecha y abdominales marcados.
¿Podría haber tanta buena fortuna en este mundo?
Justo cuando Lu Yao está muy contento, nota que la mirada de su esposo parece particularmente fría, incluso queriendo divorciarse de él...
Zhao Beichuan perdió a sus padres y asumió la responsabilidad de cuidar a sus dos hermanos pequeños. Para mantenerlos, aceptó un matrimonio concertado por una casamentera. No necesitaba que su esposa fuera bella; todo lo que pedía era que fuera bondadosa y frugal.
El casamentero le pintó un panorama optimista, pero se dio la vuelta y le encontró un "cojín de flores", alguien que tiene buena pinta pero que no puede hacer nada más. En su primer día de matrimonio, esta persona casi se ahorca de la viga de la casa de Zhao Beichuan.
Más tarde, Zhao Beichuan se enteró de que este joven tenía un amante y no quería casarse con él, pero sin saberlo se había convertido en el encargado de separar a una pareja de amantes desafortunados.
Los matrimonios forzados no duran, por lo que Zhao Beichuan decidió dejarlo ir, pero inesperadamente, esta pequeña criatura no se iba, siempre metiendo sus manos en la cama de Zhao Beichuan por la noche, diciendo: "Esposo, déjame sentir tus abdominales..."