Santiago y Laura se conocen un verano frente a la laguna de Lobos. Son jóvenes, hermosos y se enamoran enseguida. Tienen todo para ser felices, para contarnos una historia de amor de película. Aunque no siempre todo sale como se lo espera: El sexo, las drogas, las infidelidades, una convivencia temprana, la creencia de que la vida está en otro lado, de que todo pasa muy de prisa; una gran espiral que lleva a la pareja a mirarse a los ojos y a encontrarse con quien no querían encontrarse. La sangre como germen y desenlace de un idilio que acaba en tragedia.
Coger y contarlo no es un libro de sexo, aunque sí tiene mucho sexo. Pero también tiene amor, risas, llantos, pasiones y sueños. Personajes entrañables y detestables. Situaciones que identifican y conquistan a todos aquellos que alguna vez han intentado vivir el amor sin salir heridos.
Coger y contarlo es la historia de Santiago y Laura. Pero también es la historia de muchos que, sin más pretensiones, desean ser felices.
Cuando una niña se siente sola ¿Es fácil quitar ese sentimiento negativo que la embarga y atormenta? Roran, con tan solo 10 años de edad, ya ha sentido lo que es estar sola la mayor parte del tiempo. Sabe lo que es que su padre no vuelva a darle un abrazo, tener la ausencia de su madre o que su pueblo la repudie por el tipo de criatura que ella es.
¿Cómo puede pedir una niña la atención que quiere y los abrazos que necesita siendo muda?