En la soledad del vacio, la oscuridad te observa, la mirada de Dios ignora. La sangre infecta bañan los reinos. La humanidad ahora un estorbo. El sobretiempo corre, el agrietamiento cae sobre los codiciosos, Los santos aun dormitan, los angeles se han ido y el vacio enguye, el carmesi nos centrara, nuestra alma se consumira. Sobre hombros escualidos recaen los iluminados alimentandose de la tenue luz que aun nos queda.All Rights Reserved