Narrador Desconocido.
"Toda reina necesita un rey para gobernar"
Pues yo digo "Que toda reina no necesita a un rey para gobernar"
Regina Bennett, su nombre significaba realeza, reina, una diosa magistral de las cuales no necesitaba a un tercero o un segundo para que todos sepan quien era. Ella sabia que es o quien....era.
Sebastian Al Capone, su nombre significaba honrar, honrar a sus generaciones pasadas haciéndose pasar por bueno cuando es el malo, alguien muy querido por la INTERPOL y La ONU, es de saber que los buenos van al cielo pero nadie se preguntó por el lobo disfrazado de cordero. Único heredero del clan de la mafia Italiana. Un mafioso único en su existir disfrazado de un admirable CEO.
Dicen que los polos opuestos se atraen pero ¿Qué pasa con los polos iguales? Se atraen más pero se rompen sin saberlo.
"Ella no bajaba la cabeza ante nadie"
"El no le rendía cuentas a nadie"
"Ella decía: primero yo, segundo yo, tercero yo"
"El era demasiado egoísta y se ponía a él primero antes que a todos"
"Ella era la realeza y sofisticacción en persona como también la elegancia y seducción"
"El era poder y oscuridad en persona como también un arma mortal para el mundo"
"Ellos eran igual a destrucción mutua"
"Ellos eran lo malo disfrazado de lo bueno"
Pero.....¿Qué los une? Nada, no hasta que pasó tres años. Una tercera guerra mundial pasó donde a ella le quitaron su poder.
Ella necesitaba ayuda pero era demasiado orgullosa para pedirla y él se la dio investigando su país y trayendola a cambio de algo.
Ella era inteligente y sabia mover su fichas y Él también sabía moverlas perfectamente era una coincidencia que su juego era el ajedrez, fue jaque mate que estuviera en la vida de Regina pero para él era una salvación. Y ahí fue que empezó su historia, una poderosa y sangrienta historia que comenzó con un trato y no uno cualquiera sino uno con:
El Trato con La MAFIA.
(#1 libro de la trilogía Trato)