El poseía unas ventanas del alma tan hermosas., si hablo de sus ojos.
Eran pequeños, llevaba aflicciones y dolor en ellos.
Esos ojos cafés.
De esos que te hacen desvelar y ponerte a escuchar canciones tristes y llenas de melancolía.
Y esa personalidad frágil y dura a la vez.
El lleva una vida dolorosa, tal vez. su pasado lo convirtío en lo que es hoy en día.
Su cabello ligeramente alborotado, su fruncir de ceños, su seguridad al hablar, su rebeldía singular, su voz fuerte y caudalosa voz como el rio Paraná.
El era así y de él me enamoré.
Yo simplemente no sabía que el enamorarse de verdad y además de alguien con mas golpes y experiencia que una joven inexperta sobreprotegida por sus padres como yo podría haber sabido.