Todo es verdad o Todo es mentira. La Buena Historia

Los colegios no son seguros ni para confiar en alguien, ni para jugar algo que pueda dar miedo, y menos si se involucran personas inocentes, personas que quieren ver lo que pasa, personas que quieren jugar y quienes no.

Un profesor malicioso, que jamás se rendía ante una situación en la que se veía el peligro y el sufrimiento de los demás pues la maldad era parte de él; estaba ansioso por descubrir un juego mágico y prohibido por cualquiera.

Un estudiante que descubrió no sólo la existencia del juego, sino que el profesor pensaba en utilizar el juego en cosas malas, tuvo que participar en el juego aunque no le gustara, para poder así salvar a unos amigos que cayeron bajo el engaño del profesor.

Un profesor, un estudiante; rivales para el juego. Y un grupo de espectadores, los otros estudiantes que entraron para participar por curiosidad, arriesgado para el héroe, porque no quería que nadie saliera lastimado, pero el profesor ganaba ventaja; las posibilidades de salir lastimado eran más...