Rodeado por su familia y conocidos, un anciano en sus últimos momentos recuerda con amargura todos los errores que cometió en su juventud, primero, siendo uno de los compañeros invocados del tipico héroe de fantasía y después el gran villano de dicho héroe.
Sin embargo, luego de un transcendental suceso en su vida, decide corregir su camino, pagar todas sus deudas, y terminar viviendo en paz... Pero toda la tragedia que causó en el camino de asesinar a su supuesto enemigo... aún despues de tantos años, le pesa demasiado.
Dando una última súplica con su último aliento, el corazón del anciano se detiene. Con los intensos sollozos de la familia, el alma del anciano parte, pero ciertos Dioses captaron esa última súplica y pensándolo un poco deciden, porque no, cumplirla.
Viserys Targaryen nació con sangre de dragones y, sin embargo, vivió su vida en el exilio. Era un príncipe con un reino perdido y un legado que se desvanecía, un bastardo inmaduro que murió de una muerte lamentable. Desafortunadamente, esa misma muerte me estaba esperando ahora... mientras me encontraba en su cuerpo justo antes de que el oro fundido me fría el cerebro.
Sí. Que le jodan a Khal Drogo y a la corona fundida.
Con los recuerdos de otra vida, en este mundo de traición y juramentos rotos, tuve la oportunidad de forjar un nuevo destino para mí. Armado con el conocimiento del futuro, mi propia astucia y [el Sistema del Dragón], tomé la decisión de huir de los bárbaros Dothraki y recuperar lo que era legítimamente mío.