-Entonces para ser reina me tengo que casar... -Si, solo los hombres pueden subir a el puesto solteros -No... ( esto no puede ser a si no me quiero casar con alguien que no conozco) -¿En que piensas? -En que, ya no seré más la princesa- dijo tomando un cuchillo de la gran mesa del comedor, con una mano tomo su cabello y con la otra lo corto -Desde hoy no existe no existió una princesa solo un principe heredero- -Estas segura de lo que estás eligiendo, si haces eso no abra buelta atrás -Si, lo estoy y más que nunca madre- Y haci empezó mi aventura