Buscando llegar al paraíso, en un descuido, terminé cayendo en la desesperación eterna. Tan lúgubre y sádica como los libros sagrados narraban. Pero, entre tanta oscuridad, un paraíso carmín escondían las tinieblas. La obscenidad mezclada con obsesión y pasión fueron más adictivas que el cielo puro. El infierno nunca fue tan tentador hasta que se volvió en mi "Dark Paradise".