ALMA GEMELA

Gabriel había llegado a ese lugar para comenzar una nueva vida y lo último que esperó fue emocionarse cada vez que molestaba a la orgullosa joven de ese pueblo. Isabella sabía lo que todos opinaban de ella y aunque no lo admitía, le dolía, por eso se había inventado una personalidad que los vecinos aceptaran.
Los dos tenían un pasado que los torturaba, pero mientras Gabriel se escondía bajo su irreverencia, Isabella lo hacía con su aparente frialdad.
Y aunque no se soportaban, Gabriel no pudo ocultar su atracción por la fiera belleza que deseaba matarlo e Isabella no pudo ignorar a ese hombre maleducado que no se dejaba intimidar.