-¿Qué haremos cuando no nos tengamos uno al otro?
-Sabes que eso nunca va a pasar enana. Siempre estaremos uno para el otro, cuando uno se caiga el otro lo ayudara a levantarse, Jade.
-Siempre tienes algo para decir, ¿no?
-Sabes que si enana- Me beso la comisura de los labios
-Prometeme que eso sera para siempre, Drake- Lo mire
-Te lo prometo, Jade.
Ese recuerdo se puso borroso y solo lo veia a mi lado llorando y pidiendo que no me fuera, que me quedara con él. Cerre los ojos y ahora escuchaba el ruido de las sierenas de la ambulancia. La voz de Drake se desbanecia, al igual que el ruido de las sirenas y fue ahí donde recorde cuando lo conosi, lo cuando interumpio mi maraton de peliculas, el día que su estupida sonrisa y mirada me enamoraron, nuestra primera cita y todo lo que pasamos juntos. No podia dejarlo...no ahora, no en este momento...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.