16 parts Ongoing La secundaria Akatsuki era conocida por sus estrictas reglas y su elitismo. Pero lo que la hacía aún más peculiar era su sistema de jerarquías hormonales. Alfas, betas y omegas convivían en un delicado equilibrio, oculto tras uniformes pulcros y pasillos perfectamente pulidos.
Óbito Uchiha no era un alfa común. Su aura oscilaba entre la torpeza amable del simpático Tobi y la intensidad oscura y segura del verdadero Óbito. Sus feromonas eran igual de contradictorias: una base varonil de sándalo ambarino, cálido e hipnótico, mezclada con un dulce pero intrigante aroma a higos maduros, esa fruta que siempre parecía esconder algo bajo su piel suave. Era una combinación que no pasaba desapercibida, pero que confundía a quienes intentaban leerlo.
Aquel día, mientras caminaba por el pasillo del bloque de arte, algo -o más bien alguien- captó toda su atención.
Deidara Kamizuru se apoyaba contra una pared, una pierna flexionada, el flequillo cubriendo medio rostro mientras discutía con Sasori sobre una nueva instalación para el club de arte. Sus feromonas eran fuertes, envolventes: el aroma cítrico e intenso de bergamota mezclado con un fondo de incienso, como una obra provocadora que desafía al espectador a comprenderla. Su presencia era un estallido sensorial, y Óbito, que nunca había sido fácil de perturbar, sintió que el corazón le latía con fuerza bajo el uniforme.
Un nuevo mini fanfic de este shipp que me encanta.
18/ Mayo / 2025