最後のチャンス | ❝Eran distintos. Como el agua y el aceite, el día y la noche, el amor y el odio. Él estaba limpio y el otro sucio. Uno luchaba por extinguir el mal mientras que él era la causa de ella, la descendencia, la persistencia de lo malo de todo su mundo en la tierra. Era la maldición preservada, la causa del llanto y el dolor, y su sola existencia lo estaba condenado a sufrir traición. Y él, débil e ingenuo, deseaba quedarse a su lado, sin saber que su elección acabaría en perdición. Y, aun así, no era lo peor.
Sin embargo, aquel hombre de piel pálida y rasgos maquiavélicos pensaba que era todo lo contrario; su madre debería haberse alegrado al ver la bendición que le proporcionaba al darle una modificación al hijo que tanto cuidaba, un regalo único en su clase, jamás presenciado. El problema de dicha maravilla fue la corona con espinas. Él llenó su cuerpo de agujas y dictaminó el color de sus lágrimas. Todo aquel que lo tocase lloraría y ardería, y aquel que lo amase se arrepentiría. Lo bautizó con resentimiento y llenó sus manos de odio, apuñalándolo con cuchillas en sus entrañas. Y él, se deleitó en su dolor, pues, lo que amaba, se le sería arrancado de alma.
Porque, pues, de todos modos, lo peor que le podría pasar a una madre en necesidad, era condenar a su hijo, por su propio egoísmo, a vivir una vida de soledad. ❞
❏❛ 𝐀𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒. ࿐
⸻kimetsu No Yaiba x Oc.
⸻kyōjurō x Male!Oc.
⸻sanemi x Male!Oc.
⸻Ningún personaje me pertenece, a excepción del protagonista y parte de sus antepasados. Créditos a Koyoharu Gotouge.
⸻Temas sensibles no aptos para todo público y exposición esencial de costumbres y tradiciones religiosas pertenecientes al budismo; temas tratados desde una índole creyente con metáforas y paralelismos pertenecientes a su filosofía.
Tomioka se sentía solo. demasiado. ni siquiera la compañía de otros aliviaba el vacío que sentía en su cuerpo; Tanto, que solo las nubes de lluvia parecían consolarlo, solo ellas parecían saber lo que en verdad le pasaba, lo que tenía ocultó tras su máscara fría e impacible. es por eso que cada que Giyu se sentía triste y solo, las nubes dejaban caer su lluvia, y ésta lo envolvía en un cálido abrazo para consolarlo, y lloraba por él; porque sabía que este no era capaz de hacerlo, no frente a otros, solo frente al cielo lluvioso y a su espejo, dónde cada noche veía su patético reflejo llorar cual gato abandonado por sus dueños.
en parte, si se sentía identificado con aquél gato negro que siempre veía en la calle. maullando en busca de alguien bondadoso que fuera capaz de recogerlo y adoptarlo, alguien que fuera capaz de salvarlo de su tristeza y desgracia, alguien que fuera capaz de llenar aquél vacío que tanto carcomía su pecho.
alguien que fuerza capaz de sacarlo de aquél hueco de soledad.
(los personajes no me pertenecen.)