ALILA

-Me diviertes pequeña. Habló el chico de los ojos blancos.
Frustrada Alila trató de acercarse a él.
-Clclcl. Chasco con la lengua.
-¿Nunca te enseñaron a respetar a tus mayores? El extraño se movió rápidamente hacia el otro lado evitando que Alila pueda verlo. Pero ella quería no, necesitaba verlo, el extraño la atraía de una manera que no podía explicar. No se iba a rendir, entrando en desesperación le rogó.
-Por favor, necesito saber quién o que eres. Dijo la muchacha. Se oía la desesperación y necesidad en su voz y sus ojos le suplicaban.
Al extraño le fascino saber que necesitaba algo de él, sentía la necesidad de encerrarla y ser todo para ella. El quería romperla y dejarla en la mierda, quería verla sufrir y el ser su único pensamiento.
Después de meditarlo por un rato el extraño salió a la luz dejando ver quien era.
-mi nombre es...