Dani tiene una única misión: Escapar de ese internado católico al que su tía la había enviado, pero perdió su oportunidad y la descubrieron antes de ejecutar sus planes. Ahora tiene al concejero estudiantil detrás de ella todo el tiempo, cuidándola y evitando que se meta en problemas. Víctor es un joven sacerdote y concejero estudiantil del colegio católico al cual Dani debería odiar por fastidiarla tanto con su insistencia en que sean amigos, cuando lo único que quiere es salir de ese lugar, ella nunca ha tenido amigos y ciertamente no está interesada en entablar una amistad con el apuesto sacerdote. Pero entonces ¿porqué se encuentra cada vez más amando ver esa sonrisa adorable que él le ofrece? Tener a la enigmática figura de Victor, detrás de ella hace mejor las cosas en el internado, Víctor se ha convertido en su luz al final del túnel y en su ángel de la guarda. Todo estaría bien para Dani, de no ser porque se ha enamorado del único hombre que tiene prohibido amar a una mujer.