Tras la declaración de Kara, Lena, en un intento desesperado de no caer en depresión y queriendo olvidar todo lo que paso aquella noche, comienza a ser socialmente activa aceptando cuanta invitación a fiestas se le ponen en puerta. Pero llegando al punto de abusar de sus inventos de realidad virtual al usarlos en su habitual estado de lucidez gracias a las drogas, perdiendo poco a poco la capacidad de distinguir lo que es realidad, lo que es un sueño y lo que es un infierno.Todos los derechos reservados
1 parte