Todo pasó tan rápido... que apenas pudieron responder. Japón entero se encuentra en una guerra. Su superficie más bien. Tanjiro lo ha visto. Un día antes del caos, por la noche... en un sueño... en una pesadilla. Apenas pudo interpretar a tiempo sus visiones. Incontables demonios de todos los tipos y tamaños han surgido de la tierra. Durmientes... hasta ahora. ¡No es posible! Los demonios pierden la cordura si no se alimentan... Menos si subsisten en un letargo ilimitado, solo interrumpido por la llamada de un ser poderoso. Un demonio mayor. Una criatura sanguinaria y calculadora como Muzan. El joven espadachín ha debido moverse con su rezagado grupo de comopañeros. Compuesto por su hermana Nezuko, sus amigos, Zenitsu e Inosuke y... Kanao. No saben donde están, el mundo a cambiado drasticamente en apenas unas horas. La tierra está levantada, hay galerias por todas partes, las ciudades están abandonadas y los supervivientes de todos los países se han refugiado en las capitales más grandes y mejor fortificadas y los (ahora existentes) pueblos colgantes, casas pequeñas colgando de los arboles, camufladas con su entorno para evitar los ataques bajo tierra de la nueva horda... pero hay un problema. Los recursos escasean, la gente muere de hambre, se producen robos a todas horas... la situación es insostenible. Solo hay dos formas de que acabe esto. O la humanidad y los demonios tolerantes resisten hasta el día de su fin dentro de las inestables murallas de madera y picas... o alguien toma el timón de la situación y se moviliza para acabar con la cabeza de todo este cuerpo formado por la plaga subterránea. Hagan lo que hagan. Decidan lo que decidan. Saben que van a sufrir. Y no serán las heridas y la sangre que vayan a derramar... aquello que más les atormemtará. No... Será el momento en el que vean incontables ojos, su brillo, su halo de luz viviente... perderse en la tinieblas. . Los personajes no me pertenecen. Yo no he hecho DemonAll Rights Reserved