Nadie es capaz de decir y hacer tantas tonterías, pensé..., hasta que te conocí. En serio, en serio, Rudolf, lo único cómico no es tu nombre. Eres como un chiste andante. Un buen y tierno chiste andante... O arrastrante (ya me pegaste tus tonterías), porque pasas más tiempo en el suelo que de pie. Pero me diste una gran lección... Si me acerco a ti, me volveré loca, y vaya que lo hice.All Rights Reserved