Amalia nunca ha conocido más allá del sufrimiento, el dolor y lo que se siente al perder a la gente que quiere, ya lo tenía más que integrado, estaba acostumbrada a sentir ese dolor y angustia a diario, para ella todo estaba perdido desde hacía mucho tiempo. Daniel es experto en leer a la gente, como el dice, todo el mundo necesita al menos unas 10 personalidades diferentes dependiendo de la persona con la que hable, su humor, forma de dirigirse y caras cambian, el sabía mucho de eso, no por gusto, sino porque era la única forma que conocía de integrarse, la única que le servía. Un día Amalia y Daniel se conocerán, y ella le hará darse cuenta de que la única faceta valida es su propia forma de ser y el la hará ver que todo pasa por algo, que todo lo bueno que das, la vida te lo devuelve...