"No te compadezcas del diablo, no terminará bien", esa frase que lo terminó todo entre Luka y Nicole, esa frase que lo rompió, que lo destruyó, y es que, tiene razón, al hacer eso todo se va a la mierda. Nicole, una chica de 25, quien finalmente lográ entrar a la policía para ser detective, todo parece ser un sueño vuelto realidad, lo es, para ella, pero su necedad sobre un caso la lleva al borde de la muerte, hasta que alguien, la rescata. Luka, el hijo del mafioso más temido en todo el continente Americano, el mismo diablo en persona, incluso su padre tiembla ante el pero después de crear tanto caos, ser el mal por toda tu vida, ya no es algo que quieras hacer todos los días,no quieres comer el mismo pan todos los días, se cansa y el, salva a una chica necia al borde de la muerte, como... "acto bueno", el único en su vida de hecho, hasta que la conoció, desde ahí, nada vuelve a ser igual, ¿o sí?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.