La habitación era como una tarde de verano, caliente con humedad y una luz amarilla alumbrando por todos lados. Él no se había levantado desde que había abierto los ojos pues no reconocía el lugar a su alrededor. ¿Cómo había llegado ahí? ¿En dónde se encontraba? No recordaba nada. ¿Era una clase de juego? No tenía ni idea de lo que le esperaba.