Un día cualquiera Izuku se levanto, desayuno y fue al baño a ducharse para luego ir al doctor a ver cuál era su quirk, pero Izuku estaba tan emocionado por la idea de tener un quirk y ser un héroe que empezó a imaginarse salvando gente que sin saber como estaba prendido en fuego. Cuando se dio cuenta en vez de asustarse solo pudo gritarle a su madre que fuera a verlo, cuando ella llegó se sorprendió y asustó al ver a su hijo en ese estado, pero Izuku solo dijo. Izuku:¡Tengo quirk mamá!