Leila Wilson jamás imagino que su curiosidad por hacer una llamada le cambiaría la vida drásticamente, y no percatarse de las consecuencias que tendría después. Ahora la pregunta es... ¿Que hay de malo en hacer una simple llamada? Tras la ruptura amorosa de una de sus amigas, Leila Wilson se ve en la obligación de querer ayudarla. Sin embargo, al estar pasada de copas esa noche, la curiosidad que la caracteriza aumento al ver una publicación en internet. Una inocente llamada que como resultado haría su vida un infierno. Cómo dice el dicho: La curiosidad mató al gato. 🥀