Belle no se preocupaba mucho por ella misma, tenía su estilo propio, todo lo contrario que las mosquitas muertas de su instituto: el Pearlwood, en pleno centro de Londres. Afortunadamente, su originalidad conseguía atraer la atención de todo tipo de chicos: los buenos, los malos e incluso los peores. Ella los recibía abiertamente. No está mal divertirse un poco, ¿Cierto?. Siempre y cuando no halla sentimientos de por medio... Tabaco, piercings y alcohol; todos esos eran sus placeres y sus adicciones no ocultas, cualquiera sabía a lo que ella era aficionada. Por otro lado estaba su mejor amiga: Lavender, la bondad en persona. Ella disfrutaba de las fiestas y la diversión, pero era obvio que era el cerebro responsable de la pareja. Después de cuatro años internado, vuelve alguien inseperado a la vida de estas mejores amigas: Edward, el hermano mellizo de Lavender. Si Lav era la bondad personificada, Ed era la mismísima escultura de la madurez y todo lo correcto, a lo que había que añadirle un atractivo inigualable. Edward Blue era sencillamente perfecto... ¿Verdad Belle?