...la creación de un Balam Umayel requería de sacrificios innombrables, magia oscura como solo encontrarías en las profundidades del abismo, en el pasado quienes se atrevieron a conjurarlo eran perseguidos sin descanso, las mismas brujas y magos destinaban a los suyos a finales miserables por esas prácticas, con el paso de los tiempos esa magia fue condenada a perderse en el olvido y la vergüenza, se suponía que nadie en la existencia conocía ya como conjurara otro portal, y aun así, ahí estaba, en presencia de uno.
Taos se acerco a la mesa fascinado por la magia de esa bruja, su hermano intento alcanzar uno de los reinos albergados dentro del mapa de fuego y en el momento que pudo tocarlo, el fuego se extinguió, mejor dicho fue absorbido hacia la superficie de la mesa y hacia las manos de la bruja. Taos permaneció con su mano extendida por un momento antes de cambiar de dirección y tirar del brazo de Felicia hasta tenerla junto a el, la sujeto también por el mentón obligándola a mirarlo, fijamente. Esa bruja estaba por descubrir lo caprichoso que su hermano, el poderoso dios de la Redención, podría ser.
"Hagamos un trato bruja"
Días después de su decimoctavo cumpleaños, Aurora Craton siente la atracción de apareamiento mientras trabaja como camarera en una fiesta de los líderes de la manada. Su pareja resulta ser el Alfa Wolfgang de la manada Luna de Sangre. Cuando descubre que su compañera es sólo una asistente doméstica, no solo se niega a aceptarla, sino que la amenaza con marcarla como renegada si se atreve a decirle a alguien que es su compañera. Aurora no tiene otra opción que permanece en la manada, condenada a estar sola. Pero debe de haber una razón por la que la Diosa de la Luna los ha unido....