-Mátame... Moriré feliz si es por tus manos- Se horrorizo. Aunque fue apenas perceptible, logró entender lo que pronunciaban sus labios pálidos por el frío. Parecía una ilusión si giraba su rostro, él observaba el cielo y las estrellas se reflejaban en sus iris. Como si no hubiera dicho aquella frase tan dolorosa. -Entiendo que este mundo es muy cruel para un ángel, pero no lo haré. No lo toleraría... Así que, quédate, ¡Por favor!- Él le sonrió observándola de reojo, casi se podía creer que había decidido cumplir su deseo.All Rights Reserved
1 part