La vida de Vito en cuarentena es bastante rutinaria, pasa los días y las noches encerrado en su departamento trabajando desde casa, encerrado en su habitación se dedica a mirar por su ventana el pasar de las horas. Su ventana da directamente a una casa abandonada, la cual ha estado ahí desde que tiene memoria, sin embargo, cierto día un automóvil se estaciona frente a esa casa, un par de ancianos ingresan a la casa, detrás de ellos viene una chica bastante peculiar, Vito y ella cruzan miradas, sin saber que sus ventanas habrán de cambiar pronto sus vidas.