Madison es una alegre enfermera novata en el reconocido Montgomery Neil Hospital, tras un suceso que requiere al personal más experimentado, la envían a al piso 3, donde deberá atender a los pacientes en estado de coma prolongado.
En una de las tantas habitaciones, está Aidan Harrington. Madison no puede evitar sentir pena al ver a un joven de su misma edad ahí y aún más cuando descubre cuanto tiempo lleva así.
Según los informes médicos, Aidan no tiene un pronóstico alentador, pero todo da un giro cuando, mientras Maddie entona una melodía, ella siente como él roza su brazo, ¿puede ser eso posible?
Tras varios intentos, se da cuenta de que él de alguna manera responde a su voz, pero nadie en el hospital parece creerle, ni siquiera la propia familia Harrington.
Decidida y a escondidas, Maddie hará todo lo posible por traer a Aidan de regreso.
"-Sé que estás ahí, estoy segura.-susurro, mientras las lágrimas comienzan a rodar por mi rostro hasta chocar contra las mejillas de Aidan. -Y no dejaré de insistir hasta que vuelvas. Juro que estaré aquí Cuando Despiertes."
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.