Abro mis ojos para darme cuenta que estoy en la azotea de la UA, se podía apreciar un hermoso cielo de tonos naranjosos indicando que el sol se estaba ocultando pero no podía apreciar demasiado el paisaje ya que mi atención se centró en una mano que sostenía un sobre, sin poder reaccionar a también o poder pronunciar alguna palabra veo como se activa el quirk del dueño de esa mano para hacer cenizas aquel sobre. ¿Por qué mis ojos de repente sienten la fuerte necesidad de empezar a llorar? Mi pecho me empieza a doler pero trato a toda costa de no soltar algún grito de dolor, mis ojos levantan la mirada para cruzarse con esa mirada fría de aquel rubio de ojos carmesí. - No me interesa. (Basado en un sueño demasiado detallado que tuve, algunas cosas las inventé totalmente para que tuviera sentido).