¿Como dos almas tan distintas pueden conectar de una manera tan única? como puedes enamorarte de alguien a tal grado de querer protegerlo de todo, hasta de ti mismo.
Un caos no puede reparar a otro, simplemente pueden coexistir, aunque a veces un caos puede convertir eso que lo destroza en un poco de arte.
Hay quienes dicen que algo roto jamás sera tan hermoso como algo sin cicatrices, pero creo que las cosas rotas pueden ser incluso mas fascinantes que algo impecable. Después de todo, todos tenemos algún tipo de herida que nos consume, y si creer eso es un pecado, quizás no sea tan malo ir al infierno.
A veces solemos maquinar que la soledad, aveces cura más que las personas, ya que estando solo nadie puede dañarte, solo tu y tu jodida cabeza.
Pero con el tiempo, al menos en esta historia, descubrí cuanto puede cambiar en un día, hasta la mas mínima acción puede hacernos conocer a personas increíbles. Personas que le pueden dar algo de ruido a nuestra silenciosa vida, puede que dejar ir una parte de ese silencio nos haga conocer emociones diversas, un ruedo nuevo, que no aturda, sino que nos de paz.
A veces solo una acción puede hacer que todo de un giro de ciento ochenta grados, y haber iniciado esta aventura junto a ella fue el giro mas extraordinario.
Una amante de la ficción extremadamente preguntona, con un caos por dentro que pocas veces tiene el coraje de enfrentar. Y un escritor en busca de algo de inspiración, y de cómo apagar los demonios de su cabeza.
Ella amaba leer y el escribir. Ella fue la historia más hermosa que el alguna vez escribió, y el fue la obra más asombrosa que ella alguna vez leyó.
Ambos un maldito desastre; aunque quizás un par de desastres se pueden convertir en un caos perfecto.
Bienvenida al rincón del caos - solte - donde los desastres como nosotros se pueden convertir en un caos perfecto.
Solo una pregunta ¿seguirás conmigo hasta la última página?
(en proceso)
Recordó las palabras del médico "lo encontraron casi muerto" "es un milagro", abrió lentamente sus ónix observando a la nada, él no debería estar vivo, no merecía estarlo, había hecho demasiado daño, era un asesino, un criminal, apretó su puño con frustración recordando aquella vez en su infancia cuando se lanzó al precipicio "nadie en verdad desea morir" no, él en verdad deseaba morir, tragó pesado sintiendo lágrimas caer de sus ojos y rodar por su mejilla, él debía morir ¿Por qué la vida se aferraba a mantenerlo en existencia?
*Esta historia es mia, prohibida su copia y reproducción*
*Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto*
*Las imágenes que uso las tomo de internet, créditos a sus autores*