En 1998, la conocida columnista de el diario New York Observer Carrie Bradshaw, canceló su compromiso con Adam Ball, y se casó con Jonh James Preston, mi padre. Hoy en día vivimos todos juntos en una hermosa casa en Manhatan, New York. Claro, como fuí educada al lado de las amigas de mi madre saqué provecho de ello, soy adicta a los chismes en celebridades y amante del chocolate, como la tía Miranda, romántica y amorosa, como la tía Charlotte. Y... pervertida y adicta a los orgasmos, como mi amada tía Samantha. Ah y obviamente también saqué el inigualable gusto y amor hacia la moda y los zapatos de mi madre.
Mi papá es un prestigioso empresario, y mi mamá es una famosa escritora. Obviamente crecí al lado de mis padres y debía sacar alguna característica de ambos, mi papá me enseñó que hay que cometer errores para conseguir lo que quieres, y mi madre me enseñó que si quiero al hombre perfecto, debo buscarlo en todo aquel que se ofrezca para hacerme feliz. Y hoy con 16 años, yo Alissa Preston, continuaré la columna de mi madre en el mismo diario en el que ella solía escribir en 1998. Sin más prehámbulos, les presento mi vida cotidiana.
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás.
Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones de Jayden Blackwood.
Cómo cualquier fanática normal, sueña con tener un encuentro fugaz con aquel a quien llama ídolo. Poder coincidir al menos en una mirada, un roce o tal vez en alguna interacción por redes sociales, pero así como sueña con eso, sabe que es imposible que aquello suceda...
¿O no?
Paris Smith se ve envuelta en ese momento que toda fan desea tener con esa persona a la que admira, cuando por culpa de un pequeño accidente sus vidas se ven entrelazadas de un momento a otro.
¿Quién diría que un encuentro tan fugaz como un suspiro podría unir a dos personas de distintos mundos?
¿Quién diría que una chica que tiene la nariz metida en libros de astrónomos famosos podría coincidir con alguien que ama los reflectores y los aplausos?
Y sobre todo ¿Quién diría que una chica normal podría involucrarse con una super estrella?