Por azares del destino Izuku debutó en la profesión más antigua del mundo y en este diario se narran las alucinantes, bizarras y emocionantes situaciones que vive con cada uno de sus clientes. Creditos de la portada: @wengwengchin esa obra de arte es de su propiedad. Los personajes pertenecen a Kohei Horikoshi, pero la historia es mía.