El tiempo de Dios es perfecto, él sabe lo que es bueno para nosotros, lo que nos hace daño y nos destruye, aunque a veces pensamos que nosotros sabemos que es bueno y nos termina haciendo daño y quizás nos destruye, pero, Dios siempre está a tu lado, aunque creamos que él ya se fue, él está junto a ti, aunque creamos que por fallarle ya no nos ama, te equivocas, Dios te espera con los brazos abiertos.
Ella es una chica que le gusta ir a la iglesia, le gusta servir, con una gran sonrisa alaba a papá Dios, pero, a veces nos gusta una persona que no es la indicada para nosotros e intentamos forzar las cosas para que salgan a nuestra manera y no al tiempo de Dios, que puedes llegar a alejarte de Dios, pero inesperadamente ella conoce a un chico, él es diferente, aunque también con algo que no quiere hablarlo, él quiere ser músico para cantarle a Dios, él chico la ayuda a volver con Dios, Dios ya tenía y Dios tiene grandes planes para ellos.
Pero a veces las cosas pueden cambiar, los planes de Dios son perfectos.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...