Desde que nací, me han inculcado que la gente crea sus propias leyes de vida, mismas leyes, puede destruir a la persona en sí, o a las que están a su alrededor.
Cuando me insertaron en la sociedad, y comencé las clases, me di cuenta, que muchos no lo hacen, solo se dejan llevar, siendo fieles corderos, mientras que los que imponen sus propias leyes, son glorificados y admirados.
Pero eso es aburrido, debido a que los que se sienten reprimidos, no se atreven a meterse en algo, por el miedo al fracaso.
Y cuando ingrese al instituto Daglar, lo entendí. Entendí como funciona la sociedad, entre la gente más atractiva, la atlética y la inteligente, comparado con el resto. Y entonces, me decidí a hacer un cambio, algo que destruya este orden impuesto por los mayores. Pero yo soy diferente, yo nací para y por destruir todo lo impuesto, y para poder lograrlo, decidí ser peor que ellos.
Solo existe un problema, el presidente de mi clase, quien poco a poco se está dando cuenta de mis actitudes, y sé que él es peor que yo, lo entiendo.
Entonces, ¿Por qué me citó después de la escuela?
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.