Ella es una oficial SWAT jubilada con honores con hechos meritorios y es una detective apuesto que resuelve casos como un dios. Un día, un extraño tablero dorado con ocho trigramas adivinatorios la lleva a un mundo diferente, donde es entregada como regalo a la mansión de un general. Es un dios de la guerra siniestro cuyo poder abruma a seis países y el defensor general del estado con el poder militar en sus manos. Un edicto imperial le trajo una concubina delicada. Dio media vuelta y se fue. Después de regresar, su segundo al mando y los soldados lo ignoraron. En cambio, siguieron diciendo: "¿Qué piensa la señora?" ¿Cuándo ha cambiado de dueño la mansión del general? Resolviendo casos, entrenando soldados, ataques nocturnos, reprimiendo a los bandidos, peleas callejeras, operaciones antiterroristas, batallas navales, aparecieron uno tras otro en el escenario. Ella jugó con floritura, pero él no pudo resistir ni un poco.