Era un día de primavera, cuando en el instituto Carmen Laffón, un chico llamado Álvaro se suicidó en el cuarto de baño de chicos, Todos estaban sorprendidos, con la cara pálida, los ojos abiertos como platos y con profundas ojeras. Todos se culpaban entre sí por lo que había pasado, pero lo que no sabían es que volvería con más fuerza y con intenciones de hacer lo que le hicieron a él todos esos años...