Un verano puede ser suficiente para toda una vida.
Desde que Alexander llego a la casa de su primo, y tuvo un tonto sueño, no puede sacarse a Luna de la cabeza. Y puede que este bien, ya que por fin se atreve a decir que se enamoró, pero hay un problema.
Nada es para siempre.
Los castigos terminan, los meses pasan y las vacaciones acaban.
"-Pero siempre podemos volver a encontrarnos en las brisas de verano, los amaneceres en la playa, las canciones dedicadas, conversaciones en la madrugada, lugares explorados y, sobre todos, en casa por el verano."
Aunque los castigos vuelven, los meses se repiten y las vacaciones vuelven a empezar...
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...